domingo, 8 de agosto de 2010

B

Me pregunto qué hubiera escrito Neruda de ti.

¿Le haría una oda a tu pelo, a tu mirada incandescente, a tus pasos silentes?

Quién sabe.

Yo bendigo a los espejos que reflejan tu silueta y se llevan a su mundo un retazo de tu belleza.

Muero a cada instante para irme al paraíso de tu piel y vivir eternamente allí.

Vuelvo a nacer en tu sonrisa y tus manos me bautizan con inéditas caricias

Vano intento el del reloj y sus secuaces; Nuestros labios convergen y las agujas se oxidan.

No sé qué hubiera escrito Neruda de ti. Pero sé que te amaría con el destello de sus letras.