Podríamos haber sido una melodía que desvanece los sentidos,
un canto que embelesa al más díscolo de los sentimientos.
un canto que embelesa al más díscolo de los sentimientos.
Podríamos haber sido una primavera perpetua,
rebosante de paseos en el bosque, de aromas, de instantes,
de miradas que se encuentran y se burlan del tiempo.
rebosante de paseos en el bosque, de aromas, de instantes,
de miradas que se encuentran y se burlan del tiempo.
Podríamos haber sido el alba vacilante,
el crepúsculo que estalla en las pupilas,
la noche impetuosa que señala el camino.
el crepúsculo que estalla en las pupilas,
la noche impetuosa que señala el camino.
Podríamos haber sido esperanza para el desahuciado,
agua para la sequía, brújula para el extraviado.
agua para la sequía, brújula para el extraviado.
Podríamos haber sido memoria y olvido, experiencia y juventud
premura y sosiego, razón y corazón.
premura y sosiego, razón y corazón.
Podríamos haber sido moradores de un mundo idílico,
habitantes que desconocen la palabra soledad
y viven envueltos en el sublime beso de los jazmines.
habitantes que desconocen la palabra soledad
y viven envueltos en el sublime beso de los jazmines.
Podríamos haber sido una hoja en blanco,
a punto de lanzarnos al vacío y vivir anécdotas que serán recuerdos,
historias que serán narradas y puertas que se irán abriendo.
a punto de lanzarnos al vacío y vivir anécdotas que serán recuerdos,
historias que serán narradas y puertas que se irán abriendo.
Podríamos haber sido la musa perfecta,
inspiración para el poeta y su soneto,
imaginación para el artista que dibuja trazos con su mano trémula y
convierte a su obra en una creación de Dios.
inspiración para el poeta y su soneto,
imaginación para el artista que dibuja trazos con su mano trémula y
convierte a su obra en una creación de Dios.
Podríamos haber sido cada historia de amor que comienza,
cada verso que musitan los enamorados al oído,
cada vigilia frente al teléfono,
cada alborozo en el ansiado reencuentro.
cada verso que musitan los enamorados al oído,
cada vigilia frente al teléfono,
cada alborozo en el ansiado reencuentro.
Podríamos haber sido el junco enhiesto ante la tempestad de la discordia,
la balsa firme en el oleaje de la envidia o
la conciencia inmaculada ante las tentaciones efímeras.
la balsa firme en el oleaje de la envidia o
la conciencia inmaculada ante las tentaciones efímeras.
Podríamos haber sido todo y mil poemas más,
pero tú no quisiste.
pero tú no quisiste.
Podríamos haber sido indiferentes ante estos versos
y reírnos de quién los escribe.
y reírnos de quién los escribe.
Creo que ya me estoy quedando sin palabras,porque no alcanzan ya para describir las sensaciones que las tuyas generan y me alegra por vos,que tenes esa genialidad de hacer palabras sentimientos y por nosotros que podemos sentirlas al leerlas.
ResponderEliminarGraciaS!
Paus*
Admiro mucho tu forma de escribir y este relato nos hace recordar que en el amor siempre hace falta que los dos quieran... claro esta.
ResponderEliminar"Podríamos"...
ResponderEliminarPero si así hubiese sido estas palabras no estarían siendo leidas por nadie...
Eso tiene el amor Diego, idas y vueltas,encuentros y desencuentros...
Y sin lugar a dudas que Dos no es igual a uno más uno....
Un abrazo!
precioso
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