Puede que el tibio roce de tus manos
me den una tregua esta noche
y rescaten a tiempo al hombre que fui.
Camino a tu lado mientras
tu sonrisa intercede ante mis miedos
tus ojos ante mi pudor
y esta Buenos Aires insomne
se desangra en penas de amor
Felicidad y fugacidad son sinónimos
cuando te despides y cierras la puerta de tu casa
Y vuelvo a ser el cobarde de siempre
El que no se da vuelta por temor a encontrarte
El que espía al vacío pero nunca salta
El que sabe que estás hermosa y jamás te lo dice
Regreso al mundo sin tu presencia
y las confidencias de este otoño
Horadan la niebla
Desmayan pupilas
Atizan los fuegos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Cita me gusta esa palabra y lo que encerraste en palabras es aun mas bello :)...te descubro otroa paralelismos con nuestro trovador favorito...
ResponderEliminarBeso*
Precioso, muy profundo.
ResponderEliminar