Es sentir tu mano pequeña sobre la mía
Libre albedrío de la ternura
Soledad a la intemperie
Es mirarte y abrazar certezas
Disuasión de destinos
Madejas que tu reflejo desenreda
Es oír el arrullo de Buenos Aires hablándome de ti
Ecos fugaces doblando las esquinas
Melodías…
Es anidar en tus labios como si no hubiera mañana
La eternidad en un beso
El idioma furtivo del silencio
Es nombrarte y no tener miedo
Letanía de mares, flores, luciérnagas
Muchas nueces, poco ruido
Es escribir estos versos
La aurora parpadeando en tus ojos
Seguir la brújula de tus pasos
jueves, 16 de diciembre de 2010
lunes, 4 de octubre de 2010
Señuelo
En cada puerta que se abre late la esperanza de encontrarte,
con tu sonrisa como un hola, con la primavera floreciendo en tus labios
Tu perfume cruza el aire como cometas errantes,
señuelo de mis anhelos, mis utopías
De lejos veo tu figura entumecer las calles, los semáforos, las sombras.
No saldrá en los diarios, pero a tu paso Buenos Aires contuvo el aliento.
Te contemplo en silencio como a un crepúsculo de verano
y el rocío de tu mirada acaricia mi piel
Amor a primera vista, a segunda, a tercera.
Mujer te amo, mujer me amas
El mundo gira y en tu regazo descansa.
con tu sonrisa como un hola, con la primavera floreciendo en tus labios
Tu perfume cruza el aire como cometas errantes,
señuelo de mis anhelos, mis utopías
De lejos veo tu figura entumecer las calles, los semáforos, las sombras.
No saldrá en los diarios, pero a tu paso Buenos Aires contuvo el aliento.
Te contemplo en silencio como a un crepúsculo de verano
y el rocío de tu mirada acaricia mi piel
Amor a primera vista, a segunda, a tercera.
Mujer te amo, mujer me amas
El mundo gira y en tu regazo descansa.
jueves, 9 de septiembre de 2010
¿?
Dónde irán los besos que no di…
Dónde irán los versos que no escribí…
Dónde irán los sueños que no soñé…
Dónde irán las estrellas que no bajé…
Dónde irán las miradas que no vi…
Dónde irán los momentos que no regalé…
Dónde irán las palabras que callé…
Dónde irán las victorias que no compartí…
Dónde irán las derrotas que escondí…
Dónde irán los niños que no fui…
Dónde irán los días que no aproveché…
Dónde irán las manos que rechacé…
Dónde irán las decisiones que no tomé…
Dónde irán las personas que no ayudé…
Dónde irán las soledades que no junté…
Dónde irán las lágrimas que no lloré…
Dónde irán los sentimientos que no expresé…
Dónde irán las señales que no advertí…
Dónde irán las promesas que no cumplí…
Dónde irán los versos que no escribí…
Dónde irán los sueños que no soñé…
Dónde irán las estrellas que no bajé…
Dónde irán las miradas que no vi…
Dónde irán los momentos que no regalé…
Dónde irán las palabras que callé…
Dónde irán las victorias que no compartí…
Dónde irán las derrotas que escondí…
Dónde irán los niños que no fui…
Dónde irán los días que no aproveché…
Dónde irán las manos que rechacé…
Dónde irán las decisiones que no tomé…
Dónde irán las personas que no ayudé…
Dónde irán las soledades que no junté…
Dónde irán las lágrimas que no lloré…
Dónde irán los sentimientos que no expresé…
Dónde irán las señales que no advertí…
Dónde irán las promesas que no cumplí…
domingo, 8 de agosto de 2010
B
Me pregunto qué hubiera escrito Neruda de ti.
¿Le haría una oda a tu pelo, a tu mirada incandescente, a tus pasos silentes?
Quién sabe.
Yo bendigo a los espejos que reflejan tu silueta y se llevan a su mundo un retazo de tu belleza.
Muero a cada instante para irme al paraíso de tu piel y vivir eternamente allí.
Vuelvo a nacer en tu sonrisa y tus manos me bautizan con inéditas caricias
Vano intento el del reloj y sus secuaces; Nuestros labios convergen y las agujas se oxidan.
No sé qué hubiera escrito Neruda de ti. Pero sé que te amaría con el destello de sus letras.
¿Le haría una oda a tu pelo, a tu mirada incandescente, a tus pasos silentes?
Quién sabe.
Yo bendigo a los espejos que reflejan tu silueta y se llevan a su mundo un retazo de tu belleza.
Muero a cada instante para irme al paraíso de tu piel y vivir eternamente allí.
Vuelvo a nacer en tu sonrisa y tus manos me bautizan con inéditas caricias
Vano intento el del reloj y sus secuaces; Nuestros labios convergen y las agujas se oxidan.
No sé qué hubiera escrito Neruda de ti. Pero sé que te amaría con el destello de sus letras.
domingo, 23 de mayo de 2010
Exilio
Mi corazón se exilia en los suburbios de la melancolía,
allí donde no hay mapas ni brújulas trazando el camino,
sólo desengaños y lágrimas.
Buenos Aires me ofrece su otra mejilla
y el otoño cunde de rutinas y dilemas
las calles y tu ausencia.
3.800 millones de mujeres habitan este mundo
pero yo elegí tus silencios y tus manías
las redadas de tus manos
el timbre de tu voz susurrando.
A veces sueño con sentar a la vida
en el banquillo de los acusados
y declararla culpable de mis fracasos.
Pero tu mirada la absuelve y perdona sus pecados.
Extraña abeja eres, picas y no mueres
y dejás agonizando a quien se atrevió a mirarte,
a desear la quimera de tenerte
allí donde no hay mapas ni brújulas trazando el camino,
sólo desengaños y lágrimas.
Buenos Aires me ofrece su otra mejilla
y el otoño cunde de rutinas y dilemas
las calles y tu ausencia.
3.800 millones de mujeres habitan este mundo
pero yo elegí tus silencios y tus manías
las redadas de tus manos
el timbre de tu voz susurrando.
A veces sueño con sentar a la vida
en el banquillo de los acusados
y declararla culpable de mis fracasos.
Pero tu mirada la absuelve y perdona sus pecados.
Extraña abeja eres, picas y no mueres
y dejás agonizando a quien se atrevió a mirarte,
a desear la quimera de tenerte
miércoles, 5 de mayo de 2010
Purgatorio
El consuelo de la nostalgia en mi almohada ya no es lo que era.
El aire está viciado de aromas que no saben a ti
y las semanas son lunes eternos,
calendario de algún dios vengativo.
Mendigo futuros y utopías
mientras los relojes se desvanecen
como en aquellos cuadros de Dalí.
La noche es acertijo, la aurora certeza
Y yo te espero en este purgatorio
de preguntas sin respuestas.
El aire está viciado de aromas que no saben a ti
y las semanas son lunes eternos,
calendario de algún dios vengativo.
Mendigo futuros y utopías
mientras los relojes se desvanecen
como en aquellos cuadros de Dalí.
La noche es acertijo, la aurora certeza
Y yo te espero en este purgatorio
de preguntas sin respuestas.
miércoles, 14 de abril de 2010
Cita
Puede que el tibio roce de tus manos
me den una tregua esta noche
y rescaten a tiempo al hombre que fui.
Camino a tu lado mientras
tu sonrisa intercede ante mis miedos
tus ojos ante mi pudor
y esta Buenos Aires insomne
se desangra en penas de amor
Felicidad y fugacidad son sinónimos
cuando te despides y cierras la puerta de tu casa
Y vuelvo a ser el cobarde de siempre
El que no se da vuelta por temor a encontrarte
El que espía al vacío pero nunca salta
El que sabe que estás hermosa y jamás te lo dice
Regreso al mundo sin tu presencia
y las confidencias de este otoño
Horadan la niebla
Desmayan pupilas
Atizan los fuegos
me den una tregua esta noche
y rescaten a tiempo al hombre que fui.
Camino a tu lado mientras
tu sonrisa intercede ante mis miedos
tus ojos ante mi pudor
y esta Buenos Aires insomne
se desangra en penas de amor
Felicidad y fugacidad son sinónimos
cuando te despides y cierras la puerta de tu casa
Y vuelvo a ser el cobarde de siempre
El que no se da vuelta por temor a encontrarte
El que espía al vacío pero nunca salta
El que sabe que estás hermosa y jamás te lo dice
Regreso al mundo sin tu presencia
y las confidencias de este otoño
Horadan la niebla
Desmayan pupilas
Atizan los fuegos
lunes, 5 de abril de 2010
Sensaciones
Quizás esta noche comprenda a Penélope.
Recorro mi departamento a oscuras y escucho el rumor de un auto que se aleja en alguna dirección.
La tele habla de 19% de desempleo, de paritarias que se avecinan, pero nunca del perfume de tu pelo ni de tu imperfecta perfección.
Tarareo a Ismael mientras te sueño despierto, mientras atisbo tu sonrisa colándose en mi vida para siempre
Si tú estás cerca, mi amor no está en peligro de extinción. Me duermo con esa certeza.
Recorro mi departamento a oscuras y escucho el rumor de un auto que se aleja en alguna dirección.
La tele habla de 19% de desempleo, de paritarias que se avecinan, pero nunca del perfume de tu pelo ni de tu imperfecta perfección.
Tarareo a Ismael mientras te sueño despierto, mientras atisbo tu sonrisa colándose en mi vida para siempre
Si tú estás cerca, mi amor no está en peligro de extinción. Me duermo con esa certeza.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Para vos
Me propuse hablar de ti, pero no puedo encerrarte entre versos
No soy Benedetti ni César Vallejo.
Sin embargo me lanzo al vacío porque sé que mis sentidos trabajan horas extras cuando tú estás a mi lado. Porque sé que al verte estreno mis ojos, como cada vez que te veo.
Aunque sea un instante te capturaré en letras y podré contemplarte como en mis sueños.
O por lo menos prometo intentarlo…
No soy Benedetti ni César Vallejo.
Sin embargo me lanzo al vacío porque sé que mis sentidos trabajan horas extras cuando tú estás a mi lado. Porque sé que al verte estreno mis ojos, como cada vez que te veo.
Aunque sea un instante te capturaré en letras y podré contemplarte como en mis sueños.
O por lo menos prometo intentarlo…
domingo, 14 de marzo de 2010
Postal
Se recortaban sobre una pared deslucida de Callao al 600 y el mundo no se percataba de su presencia.
Él atisbaba la experiencia de sus ojos. Ella vislumbraba la candidez de su mirada.
Él lloraba. Ella decía.
Él era uno más para ella. Ella no era una más para él.
Él atisbaba la experiencia de sus ojos. Ella vislumbraba la candidez de su mirada.
Él lloraba. Ella decía.
Él era uno más para ella. Ella no era una más para él.
domingo, 28 de febrero de 2010
Hoy
Hoy cambiaré el mundo
Regalaré sonrisas en las calles
Y te diré a los ojos lo mucho que te quiero…
Hoy bailaré un vals con el viento
Miraré con ojos de niño
Y recordaré con amigos risueñas anécdotas…
Hoy caminaré sin prisa
Diré “permiso, gracias y hasta luego”
Y observaré las estrellas en el cielo azul…
Hoy todo será distinto.
Cada día que me levanto pienso que hoy va a ser así, pero hoy nunca llega.
Estoy atrapado en el laberinto del ayer y no encuentro la salida.
Regalaré sonrisas en las calles
Y te diré a los ojos lo mucho que te quiero…
Hoy bailaré un vals con el viento
Miraré con ojos de niño
Y recordaré con amigos risueñas anécdotas…
Hoy caminaré sin prisa
Diré “permiso, gracias y hasta luego”
Y observaré las estrellas en el cielo azul…
Hoy todo será distinto.
Cada día que me levanto pienso que hoy va a ser así, pero hoy nunca llega.
Estoy atrapado en el laberinto del ayer y no encuentro la salida.
domingo, 21 de febrero de 2010
Noche
La noche y su redada
colonizan las conciencias
de baladíes y conspicuos
ataviados de apariencias
Afanosa señora de luto
musa de la historia.
Testigo de tantas promesas
cómplice de tantas victorias
Un poeta me avisó
que debilita los corazones
y pude comprobarlo
entre resuellos y fulgores
Amiga fiel y secreta
enjugaste mis lágrimas
soplaste mis heridas
hacia ti va este conato de poesía
colonizan las conciencias
de baladíes y conspicuos
ataviados de apariencias
Afanosa señora de luto
musa de la historia.
Testigo de tantas promesas
cómplice de tantas victorias
Un poeta me avisó
que debilita los corazones
y pude comprobarlo
entre resuellos y fulgores
Amiga fiel y secreta
enjugaste mis lágrimas
soplaste mis heridas
hacia ti va este conato de poesía
jueves, 11 de febrero de 2010
Miscelánea
Aquél 14 de febrero me di cuenta
de la realidad sin esbozos:
Lo inevitable en esta vida
es la muerte y tus ojos.
Amo la verdad
pero tengo de amante a la mentira
me susurraste subrepticia al oído
en aquella esquina de Corrientes y Florida.
Miríadas de palabras
hacen una orgía en mi boca
vacilan, horadan, dudan
pero siempre te invocan.
Y si el rescoldo de tus labios
aún quema mi piel
suicidaré tu recuerdo
entre lágrimas de hiel
Adiós nostalgia
Adiós melancolía.
Mi vida sigue
y aquí no se termina
de la realidad sin esbozos:
Lo inevitable en esta vida
es la muerte y tus ojos.
Amo la verdad
pero tengo de amante a la mentira
me susurraste subrepticia al oído
en aquella esquina de Corrientes y Florida.
Miríadas de palabras
hacen una orgía en mi boca
vacilan, horadan, dudan
pero siempre te invocan.
Y si el rescoldo de tus labios
aún quema mi piel
suicidaré tu recuerdo
entre lágrimas de hiel
Adiós nostalgia
Adiós melancolía.
Mi vida sigue
y aquí no se termina
viernes, 5 de febrero de 2010
De Argentina al mundo (un paréntesis entre tanta nostalgia 2)
Los cafés yacían vacíos en la mesa. El mozo miraba de reojo a aquellos muchachos que siempre se ubicaban en el mismo lugar, ahí, al ladito de la ventana. No podía notar de qué hablaban pero sus semblantes irradiaban frialdad y amargura. El café “La Montaña”, con su inconfundible fachada y miles de historias en las cicatrices de sus paredes, era el testigo principal de la charla de aquellos taxistas apenados por la situación que atravesaban. El servicio carecía de pasajeros y debían buscarle una solución inmediata a su inconveniente. Un día como tantos otros decidieron probar suerte y llevaron a cabo su plan. A los gritos comenzaron a ofrecer un viaje hasta Caballito o Flores accesible al bolsillo porteño de la época, marcando así, el nacimiento del “taxi colectivo”.
La cuestión es que el 24 de septiembre de 1928 realizó su primer recorrido. El novel invento permitía a los pasajeros viajar de a cuatro y dividir el costo del viaje. Con el correr del tiempo los coches se fueron agrandando hasta llegar a los colectivos que conocemos actualmente que posibilitan a seis millones y medio de personas circular y trasladarse con comodidad. Este invento argentino llegó a Brasil, Paraguay, Uruguay y a otras ciudades del mundo. Desde pagar el boleto al bajar, a abonarlo al subir y por medio de una máquina, desde trasladar a cuatro personas a llevar 41, el colectivo ha sufrido grandes modificaciones.
¿Habrán imaginado José García Gálvez, Rogelio Fernández, Pedro Etchegaray, Manuel Pazos, Felipe Quintana, Antonio González y Lorenzo Porte (fundadores) en aquellos días de quimeras efímeras, las enérgicas discusiones que habitualmente mantienen los taxistas y los colectiveros?
Con tesón y esperanza aguardaba la posibilidad que le surgiera algún trabajo para poder desempeñar su función, la de periodista. Muy esporádicamente aparecía la posibilidad y él iba contento a realizar las entrevistas que le encomendaban. Pero siempre se hacia presente el mismo inconveniente, en el medio de la entrevista la tinta de su lapicera se secaba y debía pedir prestada otra para poder terminar su trabajo o memorizar las declaraciones del entrevistado.
Como si el destino se empeñase con él, cada vez que su hija llegaba de la escuela tenía que escuchar un monólogo de reproches hacia sus compañeros de colegio, porque le tomaban el pelo por detrás y se lo introducían en el tintero de la lapicera. Un día se encontraba en una imprenta y vio como la máquina que imprimía los periódicos los estampaba sin dejar manchas y la tinta se secaba en el papel
Una historia como tantas otras, pero le sucedió a Ladislao Biró y él no dejo pasar su oportunidad. Nacido en Hungría en 1899, fue el inventor de la birome luego de varias peripecias por el mundo. Al suceso ocurrido en la imprenta lo tomó como ejemplo e ideó un sistema mucho más pequeño que consistía en una bola de acero en la punta de un cilindro lleno de tinta especial, que bajaba por acción de la gravedad y secaba en el papel. Al bajar la tinta, impregnaba a la bola de acero, permitiendo el fluir de la tinta sobre el papel. Luego de arduas horas de trabajo, en 1938, patentó en su país, en Suiza y en Francia un modelo elemental de bolígrafo. Días más tarde tuvo que realizar un viaje a Yugoslavia para continuar con su trabajo de periodista. Una mañana y estando en el lobby del hotel haciendo unas anotaciones con su invento, un hombre lo observaba y sentía curiosidad por ese extraño objeto. Este se acercó y hablaron un largo rato y le ofreció instalarse en su país para que pueda mejorar el invento. Como vió que Ladislao dudaba le entregó su tarjeta personal y le dijo que con la misma podía conseguir la visa para viajar a Argentina, la tarjeta rezaba; Agustín P. Justo, Presidente
Al cabo de dos semanas se dirigió a Francia y conoció a Juan Meyne, un húngaro dedicado a los negocios de importación y exportación. Con él entablaría una gran amistad y se dirigió a Buenos Aires, con las valijas llenas de esperanza y la incertidumbre de su porvenir. Al poco tiempo adoptó la ciudadanía argentina y formó la empresa Biró-Meyne. Luego de realizar numerosos estudios para perfeccionar el invento, en el año 1943 patenta en Argentina la birome, llamada así por la fusión de apellidos con su socio
Innovador, capaz, humilde, trabajador. Ladislao Biró fue uno de los inventores más importantes del mundo. Se adjudican a su lista la máquina de lavar la ropa, la caja automática del auto y el dispositivo para obtener energía del mar, entre tantas novedades
Para graficar su vida hay una anécdota que pinta de manera esclarecedora su destino. El día de su nacimiento el médico que lo trajo al mundo le dijo a su mamá que había pocas probabilidades de que sobreviviera debido al escaso peso que tenia. Su madre, una luchadora de toda la vida, lo puso debajo de una lámpara para que le de calor, pensando que completaría artificialmente su desarrollo. Dió excelentes resultados y ese día empezaba a aparecer la incubadora.
La cuestión es que el 24 de septiembre de 1928 realizó su primer recorrido. El novel invento permitía a los pasajeros viajar de a cuatro y dividir el costo del viaje. Con el correr del tiempo los coches se fueron agrandando hasta llegar a los colectivos que conocemos actualmente que posibilitan a seis millones y medio de personas circular y trasladarse con comodidad. Este invento argentino llegó a Brasil, Paraguay, Uruguay y a otras ciudades del mundo. Desde pagar el boleto al bajar, a abonarlo al subir y por medio de una máquina, desde trasladar a cuatro personas a llevar 41, el colectivo ha sufrido grandes modificaciones.
¿Habrán imaginado José García Gálvez, Rogelio Fernández, Pedro Etchegaray, Manuel Pazos, Felipe Quintana, Antonio González y Lorenzo Porte (fundadores) en aquellos días de quimeras efímeras, las enérgicas discusiones que habitualmente mantienen los taxistas y los colectiveros?
Con tesón y esperanza aguardaba la posibilidad que le surgiera algún trabajo para poder desempeñar su función, la de periodista. Muy esporádicamente aparecía la posibilidad y él iba contento a realizar las entrevistas que le encomendaban. Pero siempre se hacia presente el mismo inconveniente, en el medio de la entrevista la tinta de su lapicera se secaba y debía pedir prestada otra para poder terminar su trabajo o memorizar las declaraciones del entrevistado.
Como si el destino se empeñase con él, cada vez que su hija llegaba de la escuela tenía que escuchar un monólogo de reproches hacia sus compañeros de colegio, porque le tomaban el pelo por detrás y se lo introducían en el tintero de la lapicera. Un día se encontraba en una imprenta y vio como la máquina que imprimía los periódicos los estampaba sin dejar manchas y la tinta se secaba en el papel
Una historia como tantas otras, pero le sucedió a Ladislao Biró y él no dejo pasar su oportunidad. Nacido en Hungría en 1899, fue el inventor de la birome luego de varias peripecias por el mundo. Al suceso ocurrido en la imprenta lo tomó como ejemplo e ideó un sistema mucho más pequeño que consistía en una bola de acero en la punta de un cilindro lleno de tinta especial, que bajaba por acción de la gravedad y secaba en el papel. Al bajar la tinta, impregnaba a la bola de acero, permitiendo el fluir de la tinta sobre el papel. Luego de arduas horas de trabajo, en 1938, patentó en su país, en Suiza y en Francia un modelo elemental de bolígrafo. Días más tarde tuvo que realizar un viaje a Yugoslavia para continuar con su trabajo de periodista. Una mañana y estando en el lobby del hotel haciendo unas anotaciones con su invento, un hombre lo observaba y sentía curiosidad por ese extraño objeto. Este se acercó y hablaron un largo rato y le ofreció instalarse en su país para que pueda mejorar el invento. Como vió que Ladislao dudaba le entregó su tarjeta personal y le dijo que con la misma podía conseguir la visa para viajar a Argentina, la tarjeta rezaba; Agustín P. Justo, Presidente
Al cabo de dos semanas se dirigió a Francia y conoció a Juan Meyne, un húngaro dedicado a los negocios de importación y exportación. Con él entablaría una gran amistad y se dirigió a Buenos Aires, con las valijas llenas de esperanza y la incertidumbre de su porvenir. Al poco tiempo adoptó la ciudadanía argentina y formó la empresa Biró-Meyne. Luego de realizar numerosos estudios para perfeccionar el invento, en el año 1943 patenta en Argentina la birome, llamada así por la fusión de apellidos con su socio
Innovador, capaz, humilde, trabajador. Ladislao Biró fue uno de los inventores más importantes del mundo. Se adjudican a su lista la máquina de lavar la ropa, la caja automática del auto y el dispositivo para obtener energía del mar, entre tantas novedades
Para graficar su vida hay una anécdota que pinta de manera esclarecedora su destino. El día de su nacimiento el médico que lo trajo al mundo le dijo a su mamá que había pocas probabilidades de que sobreviviera debido al escaso peso que tenia. Su madre, una luchadora de toda la vida, lo puso debajo de una lámpara para que le de calor, pensando que completaría artificialmente su desarrollo. Dió excelentes resultados y ese día empezaba a aparecer la incubadora.
miércoles, 27 de enero de 2010
La precuela del lenguaje actual (un paréntesis entre tanta nostalgia)
El inefable universo de frases y palabras que se repiten cotidianamente, encierra en su significado historias de tiempos antiquísimos que la tradición oral y escrita ha ido posibilitando su conocimiento y posterior aplicación en el arte de comunicarse.
Muchas personas suelen ufanarse de su avezado conocimiento del lenguaje y de la pericia que demuestran en el manejo del mismo. Por ello, el interrogante surge por decantación ¿conocerán esos eruditos el origen de los términos que ellos tanto utilizan?
Hurgando en el génesis de las palabras, la búsqueda depara extravagancias y particularidades al por mayor. Es el caso de peluca: herencia del francés perruque, originada a su vez en perroquet, loro. El apodo de loros se les daba a los funcionarios de la justicia, cuyas grandes pelucas les daban cierta semejanza con esa ave.
Bigote es otro ejemplo esclarecedor de la oscilante ruta del idioma. Se origina del juramento Bei Gott que en el siglo XVI pronunciaban los soldados alemanes reclutados por Carlos V de Alemania. El ritual venia acompañado del gesto de pasarse el índice de la mano derecha sobre el labio superior. Así Bei Gott varió a bigote.
Uno de los rasgos distintivos del nacimiento de algunos vocablos es la estrecha relación que supieron tener con reyes y príncipes de las más variadas épocas. Mausoleo certifica fehacientemente este enunciado. Tomado de Mausolos, rey de una región de Grecia quién murió en el año 353 a.C. Su viuda ordenó la construcción de una tumba colosal que figuró entre las siete maravillas del mundo. Tenía una altura de 40 metros y coronaban la obra celebérrimas esculturas. En la actualidad se aplica a sepulcros imponentes y de grandes dimensiones.
Del mismo modo los países tienen en sus nombres, historias atiborradas de enigmas y misterios. A pesar de muchas versiones en cuanto al origen de España, se puede manifestar que surgió del término cartaginés Span, conejo. Era la “tierra de los conejos” porque, según los cartagineses, esos animales habían hecho su hogar en la región.
Escudriñando en los recovecos del idioma castellano, las frases también juegan un papel preponderante en las conversaciones diarias. Quién no ha pronunciado alguna vez “la tercera es la vencida” aludiendo a que en esa oportunidad la empresa llevada a cabo terminaría felizmente. Sin lugar a dudas, nadie ha sospechado que al decirla se entrecruzan con el Imperio Romano. La historia se remonta a la distribución de las legiones romanas, que para el combate se dividían en tres filas. En la primera iban los soldados novatos, provistos de armas livianas. Los seguían los de mayor edad, con un equipo más pesado. Y en la tercera línea estaba la elite de la legión, compuesta por veteranos de valor que tenían históricas batallas en su haber. Los que ocupaban ese lugar eran los terciarios, que entraban en acción cuando la primera y segunda línea no podían doblegar al enemigo, y solían asegurar la victoria para el bando Romano.
Otra de las frases que guarda reminiscencias con siglos pretéritos es “bajar los brazos”: en la antigüedad cuando algunos pueblos bárbaros se disputaban un derecho o un bien, los rivales debían someterse a una prueba que consistía en pararse espalda contra espalda con los brazos extendidos a la altura de los hombros. Perdía la confrontación quien primero los bajaba.
El espiral de fruición y seducción que embarga a quien emprende la tarea de conocer el origen de algo que está tan ligado a lo cotidiano es inabarcable. Casi como la esencia misma del lenguaje.
Muchas personas suelen ufanarse de su avezado conocimiento del lenguaje y de la pericia que demuestran en el manejo del mismo. Por ello, el interrogante surge por decantación ¿conocerán esos eruditos el origen de los términos que ellos tanto utilizan?
Hurgando en el génesis de las palabras, la búsqueda depara extravagancias y particularidades al por mayor. Es el caso de peluca: herencia del francés perruque, originada a su vez en perroquet, loro. El apodo de loros se les daba a los funcionarios de la justicia, cuyas grandes pelucas les daban cierta semejanza con esa ave.
Bigote es otro ejemplo esclarecedor de la oscilante ruta del idioma. Se origina del juramento Bei Gott que en el siglo XVI pronunciaban los soldados alemanes reclutados por Carlos V de Alemania. El ritual venia acompañado del gesto de pasarse el índice de la mano derecha sobre el labio superior. Así Bei Gott varió a bigote.
Uno de los rasgos distintivos del nacimiento de algunos vocablos es la estrecha relación que supieron tener con reyes y príncipes de las más variadas épocas. Mausoleo certifica fehacientemente este enunciado. Tomado de Mausolos, rey de una región de Grecia quién murió en el año 353 a.C. Su viuda ordenó la construcción de una tumba colosal que figuró entre las siete maravillas del mundo. Tenía una altura de 40 metros y coronaban la obra celebérrimas esculturas. En la actualidad se aplica a sepulcros imponentes y de grandes dimensiones.
Del mismo modo los países tienen en sus nombres, historias atiborradas de enigmas y misterios. A pesar de muchas versiones en cuanto al origen de España, se puede manifestar que surgió del término cartaginés Span, conejo. Era la “tierra de los conejos” porque, según los cartagineses, esos animales habían hecho su hogar en la región.
Escudriñando en los recovecos del idioma castellano, las frases también juegan un papel preponderante en las conversaciones diarias. Quién no ha pronunciado alguna vez “la tercera es la vencida” aludiendo a que en esa oportunidad la empresa llevada a cabo terminaría felizmente. Sin lugar a dudas, nadie ha sospechado que al decirla se entrecruzan con el Imperio Romano. La historia se remonta a la distribución de las legiones romanas, que para el combate se dividían en tres filas. En la primera iban los soldados novatos, provistos de armas livianas. Los seguían los de mayor edad, con un equipo más pesado. Y en la tercera línea estaba la elite de la legión, compuesta por veteranos de valor que tenían históricas batallas en su haber. Los que ocupaban ese lugar eran los terciarios, que entraban en acción cuando la primera y segunda línea no podían doblegar al enemigo, y solían asegurar la victoria para el bando Romano.
Otra de las frases que guarda reminiscencias con siglos pretéritos es “bajar los brazos”: en la antigüedad cuando algunos pueblos bárbaros se disputaban un derecho o un bien, los rivales debían someterse a una prueba que consistía en pararse espalda contra espalda con los brazos extendidos a la altura de los hombros. Perdía la confrontación quien primero los bajaba.
El espiral de fruición y seducción que embarga a quien emprende la tarea de conocer el origen de algo que está tan ligado a lo cotidiano es inabarcable. Casi como la esencia misma del lenguaje.
martes, 12 de enero de 2010
Poema urgente
La conocí una noche de marzo
la imaginé mil veces en sueños
enseguida supe que era ella
la dueña de mis deseos
Un minuto le bastó para robar mi corazón
cien años no alcanzarían para salir de su prisión
contemplo sus labios, manantial de placer inagotable
admiro sus ojos, luminosos faroles que alumbran la vereda de mi amor
Mujer norte y sur
decime qué camino he de tomar
aclárame el sendero de mi oscuridad
muestráme el tesoro de tu verdad
La luna me devuelve su rostro
la gente murmulla su nombre
las estrellas la observan desde lo alto
y el mundo se rinde ante su encanto
Le imploro al destino una oportunidad para conquistarte
le ruego y le suplico una última chance.
Me contesta con arrogancia, con desdén de quién todo lo sabe
busca algún resquicio, espía por dónde fusilarme
la imaginé mil veces en sueños
enseguida supe que era ella
la dueña de mis deseos
Un minuto le bastó para robar mi corazón
cien años no alcanzarían para salir de su prisión
contemplo sus labios, manantial de placer inagotable
admiro sus ojos, luminosos faroles que alumbran la vereda de mi amor
Mujer norte y sur
decime qué camino he de tomar
aclárame el sendero de mi oscuridad
muestráme el tesoro de tu verdad
La luna me devuelve su rostro
la gente murmulla su nombre
las estrellas la observan desde lo alto
y el mundo se rinde ante su encanto
Le imploro al destino una oportunidad para conquistarte
le ruego y le suplico una última chance.
Me contesta con arrogancia, con desdén de quién todo lo sabe
busca algún resquicio, espía por dónde fusilarme
lunes, 4 de enero de 2010
No se mancha
La pelota rodaba fastidiosa por el impiadoso campo de juego. Nadie la trataba bien, no la acariciaban y cada vez más seguido le propinaban puntinazos en su dolorido estómago. De pequeña, ella solía observar por televisión a los grandes jugadores que mimaban a sus compañeras y añoraba un trato similar, afectuoso, cordial.
Pero a no engañarse, sus quimeras no eran vanas nimiedades.
Con el sosiego que le había transmitido su vasta experiencia, sabia que había diferentes clases de futbolistas. Dúctiles, aguerridos, otros más técnicos y la lista era infinita. Pero lo más importante era la intención, las ganas que ponían los jugadores de turno en tratarla bien. Valoraba a aquellos que siempre intentaban protegerla, cuidarla, esconderla del golpe artero.
Recordaba su infancia, donde los chicos de las categorías menores la respetaban y se divertían con ella, corriendo de acá para allá en una carrera desenfrenada de compañerismo y solidaridad. Luego con el correr de los años, su ascenso a las ligas mayores, donde las urgencias y las necesidades apremiantes hacían mella su ajado y esférico cuerpo.
En la actualidad, es una habitante más del sótano de algún club, atiborrado de trastos y objetos que alguna vez estuvieron de moda, como ella.
Sueña con que alguien se apiade y cosa sus gajos deslucidos, infle su corazón de ánimo y le permita rodar por última vez.
Pero a no engañarse, sus quimeras no eran vanas nimiedades.
Con el sosiego que le había transmitido su vasta experiencia, sabia que había diferentes clases de futbolistas. Dúctiles, aguerridos, otros más técnicos y la lista era infinita. Pero lo más importante era la intención, las ganas que ponían los jugadores de turno en tratarla bien. Valoraba a aquellos que siempre intentaban protegerla, cuidarla, esconderla del golpe artero.
Recordaba su infancia, donde los chicos de las categorías menores la respetaban y se divertían con ella, corriendo de acá para allá en una carrera desenfrenada de compañerismo y solidaridad. Luego con el correr de los años, su ascenso a las ligas mayores, donde las urgencias y las necesidades apremiantes hacían mella su ajado y esférico cuerpo.
En la actualidad, es una habitante más del sótano de algún club, atiborrado de trastos y objetos que alguna vez estuvieron de moda, como ella.
Sueña con que alguien se apiade y cosa sus gajos deslucidos, infle su corazón de ánimo y le permita rodar por última vez.
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